Prácticamente desde que nacemos nos estamos equivocando, bueno a lo mejor no tan desde el principio pero sí desde que empezamos a tener uso de razón. Una vez que hacemos o decimos cosas ya estamos metiendo la pata.
Al principio se nos perdona porque somos críos, más tarde quien nos perdona es nuestra madre no sin antes habernos dado algún coscorrón que otro, al menos en mi época, ahora no se te ocurra cometer el grave error de dar un azote a tu hijo, se te cae el pelo si es que te sobra.
Después quien te tiene que perdonar tus errores es tu pareja tampoco sin antes haber pasado por una temible bronca que te puede llevar al severo castigo de darse la vuelta por la noche y lo más que puedes ver es su espalda.
No todos los errores son iguales, depende del momento en el que los cometas, depende de con quién hayas cometido el error y sobre todo del estado de ánimo del que sufra ese error.
Los errores más cabrones son los judiciales, esta semana salió en las noticias un chaval que lleva encerrado en la cárcel 16 años por el asesinato de su pareja y ahora resulta que es inocente. Casos como este han salido muchos. Es una putada porque ahora cómo recuperas esos años vividos entre rejas y sobre todo quién te devuelve tu vida. Al menos sales y puedes rehacer algo que te quitaron hace tiempo, la dignidad.
Los hay también asquerosos como encontrarte en la barra de pan el error del panaderos de no lavarse las manos o no quitarse el anillo antes de amasar la masa. O el error de un cocinero al no ponerse gorro y encontrarnos el dichoso pelo, que te jode toda la comida aunque te traigan un plato nuevo.
Pero los peores, sin lugar a dudas, son los errores médicos. Son personas igual que nosotros pero un error de ellos te pueden joder la vida para siempre. Te pueden dejar en una silla de ruedas, en una cama, o bajo tierra. Siendo ésta última opción, si lo piensas, la menos mala.
También están los errores mecánicos, son jodidos, porque no tienen mucha publicidad y no nos imaginamos hasta cuánto nos puede afectar que el mecánico tenga un mal día y precisamente ese día tengamos que llevar el coche al taller. Claro que también es jodido que sea el mal día de un piloto de avión, un conductor de tren o el del conductor del autobús.
Lo único que podemos hacer es rezar para que no nos pongamos en el camino del que comete el error, aunque también pueden pensar lo mismo nosotros y rezar para no cruzarse con nosotros. Porque está claro que no somos perfectos.
Qué error habéis cometido??
Besitos a todos y feliz semana.
